Pequeños bultos similares a callos, pero a diferencia de estos, no siempre
aparecen en zonas de presión. Se distinguen por la presencia de puntos negros
(papilas) y suelen doler más al pellizcar que al presionar.
Son causadas por el virus del papiloma humano (VPH), que se transmite
por contacto directo o indirecto, especialmente en lugares como piscinas,
gimnasios y duchas compartidas. El virus entra al cuerpo a través de cortes,
grietas, abrasiones o por exceso de sudoración en la piel.
Nuestro tratamiento consiste en la combinación del láser
y químicos cauterizantes.