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Callos en los pies: causas, tipos y tratamientos

quiropodia - Decapie

Los callos en los pies son una respuesta natural de la piel ante el exceso de fricción o presión en ciertas áreas. Se forman por la acumulación de células muertas en la capa más externa de la piel, generando un engrosamiento que puede ser molesto y, en algunos casos, doloroso.

 

Tipos de callos y sus características

Existen diferentes tipos de callos, cada uno con características específicas según su profundidad y localización:

 

1. Durezas en los pies (hiperqueratosis difusa)

Son engrosamientos superficiales y extensos de la piel, sin bordes bien definidos y con un tono amarillento debido a la acumulación de queratina. Generalmente, no causan dolor ni molestias y aparecen en zonas de presión repetitiva.

 

durezas - callos

(Fuente: Podoactiva)

2. Helomas (hiperqueratosis localizada)

A diferencia de las durezas, los helomas son más profundos y definidos. Dependiendo de su ubicación, pueden generar dolor o incomodidad al caminar. Muchas veces están cubiertos por durezas, lo que dificulta su identificación. Dentro de los helomas encontramos:

helomas -callos

(Fuente: Podoactiva)

  • Heloma plantar (clavo plantar):

    Se desarrolla en la planta del pie debido a la presión y fricción continuas. Puede ser muy doloroso al contacto o al caminar.

 

  • Heloma interdigital («ojo de gallo» o «ojo de pollo»):

    Aparece entre los dedos, especialmente entre el cuarto y el quinto, por el roce constante de los huesos.

 

  • Heloma dorsal:

    Se forma en la parte superior de los dedos por la fricción con el calzado, siendo común en personas con deformidades como dedos en garra, martillo o mazo.

 

Principales causas de los callos en los pies

La aparición de estas lesiones suele estar relacionada con varios factores:

 

  • Uso de calzado inadecuado:

    Zapatos de punta estrecha o tacones aumentan la presión y fricción en los pies, favoreciendo la formación de callos.

 

callos debido a calzado inadecuado

  • Mala pisada:

    Un apoyo incorrecto al caminar puede generar zonas de presión excesiva, lo que contribuye a la aparición de callosidades.

  • Otras patologías:

    Alteraciones como juanetes o dedos en garra pueden incrementar la presión sobre ciertas áreas, favoreciendo el desarrollo de callos.

Opciones de tratamiento para eliminar los callos

Si bien los callos no suelen representar un problema grave, su presencia indica un desequilibrio en la forma de caminar o en el uso del calzado. Para tratarlos de manera efectiva, es recomendable acudir a un podólogo, quien puede ofrecer diversas soluciones:

 

  • Quiropodia:

    Consiste en la eliminación de callos y alteraciones en las uñas, evitando molestias y previniendo futuras lesiones. En el caso de los helomas, se realiza una deslaminación profunda para eliminarlos desde la raíz.

 

 

 

  • Estudio biomecánico de la pisada:

    Mediante una evaluación con una plataforma de presiones, se identifican las áreas de mayor impacto al caminar. Con la fabricación de plantillas personalizadas, se logra redistribuir la presión y prevenir la formación de nuevas hiperqueratosis.

 

 

  • Asesoramiento sobre calzado:

    Elegir el calzado adecuado según la pisada y las posibles patologías asociadas es clave para evitar la reaparición de estas lesiones.

 

Aunque los callos en los pies no suelen ser un problema grave, su presencia es una señal de alerta sobre la presión o fricción excesiva en ciertas áreas. Identificar la causa y aplicar el tratamiento adecuado ayudará a mantener los pies sanos y libres de molestias.

 

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